Con el término dislexia se ha venido englobando a todo tipo de problema o dificultad en el aprendizaje de la lectura y escritura, pasando a ser ésta la definición popular, pero es inexacto dado que el término dislexia apareció para definir un problema de base en el funcionamiento cerebral relacionado con el intercambio de información entre los dos hemisferios cerebrales.
Pese a ello, la realidad es que se abusa de este término diagnosticando de este problema a muchos niños que presentan errores en ortografía, sintaxis o lectura, que por otro lado son normales en un proceso de aprendizaje.
La lectoescritura es aprendida y, por tanto, es normal cometer errores en su aprendizaje. Cuando estos errores son muy notorios o perduran en el tiempo más allá de lo esperado para su nivel de instrucción, es cuando debemos empezar a plantearnos la necesidad de ayuda. Podemos dar un apoyo al niño en estos aprendizajes ayudándole en aquellas partes que le puedan resultar más complicadas para evitar dificultades a nivel escolar y facilitarle su desarrollo académico.
En estos casos, en ALBOR psicología, optamos por una evaluación e intervención individualizada basándonos en las características y dificultades del niño.
Trabajamos sus habilidades de lectura y escritura, así como los pre-requisitos, para reducir los errores e instaurar nuevos aprendizajes. Recomendamos acompañar en estos aprendizajes para que se instauren de forma correcta desde el inicio (3º E.I. o 1º E. P.), o intervenir cuanto antes (1º E.P. o 2º E.P.) al detectar dificultades o errores.
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